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EL ULTIMO TREN

En el año 1939 se ponía en marcha por primera vez en el Parque Rodó una de las atracciones más emblemáticas y populares para los montevideanos de todas las edades: el Tren Fantasma. El domingo 16 de marzo de 2014, el juego vendió sus últimos boletos.

Su estructura de 75 años de antigüedad fue poco a poco desmantelada y sus monstruos fueron guardados en un depósito cercano, junto con los gritos y las risas de muchos de nosotros.

 

Lo estuve fotografiando durante dos fines de semana, tratando de recoger aquellas imágenes que tanto me habían asustado siendo niño, con la esperanza de poder recordarlo mejor en el futuro. En definitiva, ¿no es esa una de las razones por las que tomamos fotografías?

Pero más que nada estuve conversando y retratando a la gente que de forma masiva se acercó durante esos días, invitándolos a compartir sus recuerdos, sus experiencias, y las razones que los habían llevado a visitar el Tren una vez más.

 

Las imágenes no tienen mayor pretensión que la de homenajear entre todos a ese rinconcito de Montevideo que tantas alegrías dió a tanta gente. Una simple despedida.

Muchas gracias a todos los que generosamente me hicieron llegar sus historias, y muy especialmente a Mario, uno de los encargados del Tren, por compartir su tiempo y sus 25 años de anécdotas.

“A mi me gustaron siempre los juegos que no fueran de altura, porque tengo vértigo, y el tren -junto con la pista del ocho (que ya no existe)- eran mis preferidos. Cuando fui en febrero al tablado al ver a La Gran Muñeca representar los monstruos del Tren Fantasma y estaba la roca, yo no la recordaba. Sentí que no me podía acordar cuáles eran, porque hacía tiempo que no iba, y entre la duda de qué monstruos había y el saber que lo iban a cerrar, enseguida acepte la invitación de mi esposo Sergio para ir todos juntos en familia a despedirnos.

Para mis padres -Mateo y Cristina- fue como revivir su juventud, ya que si bien al vivir cerca iban al parque, hacía más de 30 años que no subían al Tren Fantasma. También asociaron que tenían la misma edad que el juego. Me dicen: "tenemos 75 años, igual que el tren y fuimos tres generaciones a despedirnos"

 

Para mis padres -Mateo y Cristina- fue como revivir su juventud, ya que si bien al vivir cerca iban al parque, hacía más de 30 años que no subían al Tren Fantasma. También asociaron que tenían la misma edad que el juego. Me dicen: "tenemos 75 años, igual que el tren y fuimos tres generaciones a despedirnos"

 

A mi hija Elina (7) le dio un poco de miedo. Un día de la semana que viajamos en el 117 con destino Ciudad Vieja, al pasar por el Tren Fantasma vio a un señor que sacaba tablas y las ponía en una volqueta y me comentó: "Mamá, como hace para entrar, esta todo oscuro, no le da miedo?  

Tuvo la experiencia de verlo ese domingo por primera y última vez junto a su amiga Telma (7), con mucha alegría, con risas, gritos y muchas personas, y luego en un día de semana, desolado y desmantelado.

A mi esposo Sergio (48) y a mí nos asombró ver la fila para subir; creo que es la primera vez que eso ocurría, con tanta gente esperando. Fue una tarde maravillosa, el tiempo también quiso rendirle homenaje brindando un hermoso cielo celeste acompañado por un sol radiante. Nos despedimos con la alegría de estar juntos y con un poco de tristeza, porque un lugar que formó parte de nuestras vidas ya no iba a estar. Quizás vendrán otros Tren Fantasma, quizás más sofisticados, con más tecnología, quizás asusten más, pero como éste no habrá otro.”

 

Iris (46)

"Quise que mis dos hijas -que nunca habían ido- pudieran conocer el Tren Fantasma, que es un ícono del Parque Rodó. Si bien está muy venido a menos desde hace tiempo, no quería dejar pasar la oportunidad de que dieran al menos un vuelta antes de su cierre.

En mi caso ya había ido antes. La primera vez que vine fue con mi abuela y recuerdo que me asustó un poco. Claramente en el tiempo en que yo era chico el juego estaba mucho mejor conservado. Después fui algunas veces mas con compañeros de liceo, pero era mas bien para reírnos de como alguien se podría haber asustado con él.

Mi hija Luana siempre fue miedosa y no quería entrar al principio, después de la primera vuelta (la vez que salís y ves el exterior para volver a ingresar) ahí se calmo y se reía de los monstruos. Maia se rió todo el trayecto. Igual mi discurso fue el de reírnos de los monstruos de plástico, así no se asustaban mucho.

 

Me parece perfecto que lo modernicen. Creo que todo el parque necesita un lavado de cara desde hace varios años. Ahora -al ser antiguos- estos juegos no asombran a nadie; espero que los modernos puedan tener ese factor de asombro en mis hijas igual que me asombraron a mi alguna vez cuando era niño."

 

Maia (2), Pablo (38), Luana (6)

Parque Batlle

“Ante la noticia que el Tren Fantasma sería sustituido, se nos ocurrió ir a visitarlo por última vez. Como buenos uruguayos, lo dejamos para el último día...  Con mi esposa siempre pensamos paseos que sean del agrado de los niños (en este caso nuestra hija con sus primos), y el Parque Rodó es uno de los destinos más demandados por ellos.

 

Cuando llegamos ese domingo y estábamos haciendo la cola para que los niños ingresen, pensamos lo que este juego representa para el imaginario de tantas generaciones. Nosotros mismos hemos disfrutado muchas veces de niños subiéndonos al Tren Fantasma y justamente eso le dijimos a los niños antes de subir, que nosotros -20 años atrás-, nos subimos al mismo juego.

 

Los niños disfrutaron mucho del paseo, ya que para los más chicos era la primera vez, todo un evento. Luego seguimos el paseo en otros juegos del parque.

De regreso a casa, surgió la típica pregunta: "¿qué fue lo que más les gustó?". Todos contestaron que el Tren Fantasma, a excepción de Ernesto que prefirió los churros.”

 

Emiliano (8), Ernesto (4), Nicolás (29), Ernesto (11),

Andrea (29), Inés (4)

Malvín Norte

“Ese domingo fuimos al Parque Rodo porque era el último día de vacaciones y lo vimos como una linda salida en familia. Además era el último día del Tren Fantasma y no queríamos perder la oportunidad de ir juntos y compartir esa experiencia. Para nosotros era revivir nuestra infancia con nuestros hijos, ya que el juego es parte de nuestros recuerdos de niños.

En nuestra época, una salida clásica para los niños y adolescentes era el Parque Rodo; no existía el shopping, ni otras tantas cosas que hay ahora. A mi me trae recuerdos de una de las idas al Tren Fantasma con una prima, que al entrar estuvo todo el tiempo diciendo malas palabras al asustarse, en ese momento era la única forma de escuchar tantas malas palabras juntas sin que nos rezongaran y además pensábamos con mis hermanos que no era para tanto, pero nos reímos muchísimo de la situación. Para Gaby también era una clásica salida, se acuerda de varias veces, su madre la llevaba con sus amigas, pero también al principio de la adolescencia ir sola junto a sus amigas era señal de independencia, realmente se asustaba.

Los niños no lo conocían. Guadalupe fue la que más se asusto. Francisco se asustó solo un poco y a Gaby -que antes le daban miedo los monstruos- ahora tenía miedo de chocarse contra ellos. Creo que lo mismo le paso a Lucia que iba con ella. Yo gritaba por gusto y ellas en serio, pero todos salimos riéndonos. Fue una experiencia muy divertida y creo que va a ser inolvidable para toda nuestra familia.

Me parece bien que lo cambien por otro que sea más moderno e innovador, no sacarlo por sacarlo solamente. No nos le parece mal, si ponen uno más nuevo que atraiga a las nuevas y viejas generaciones, que creen en él nuevos recuerdos." 

 

Víctor Hugo (39), Gabriela (38), Juan Ignacio (16), Ana Lucia (11), Francisco Jesús (5), María Guadalupe (3) Bebe en panza (3 meses)

Parque Rodo

“La invitación al Parque Rodó la hizo Adriana, ya que era el último día para ver  el Tren Fantasma. Nos pareció buenísima la idea, ya que hacía por lo menos 15 años que yo no iba al Parque Rodó. Me dan vértigo todos los juegos, así que fui como apoyo y no para entrar, pero en el momento me insistieron y subí. Eso si, no abrí los ojos en todo el recorrido! Igual grité y me reí muchísimo.

Cuando era chica iba al Parque Rodó con mi madre y mi hermana.

Yo lloraba porque no quería subirme a ningún juego y mi madre no quería dejarme sola abajo esperando, por lo que mi hermana lloraba porque ella si quería subirse en todos, pero era chica para ir sola, así que era un lío.

 

Da un poco de pena que saquen el Tren Fantasma, yo me sorprendí de que no estuvieran la Pista del 8, los autitos a control remoto, el látigo, que eran juegos que recuerdo de mi infancia. En realidad todo el Parque Rodó tiene un aspecto de abandonado con los locales vacíos o los juegos cerrados, parece lo más lógico que lo modernicen, que sustituyan los juegos por otros más actuales, aunque los nostálgicos siempre vamos a recordar el Tren Fantasma, La casa de los Locos, el Pulpo, el Cohete, la Montaña Rusa y los juegos de puntería, todos descoloridos y con ruido a lata.”

Gabriel (52), Elisa (14), Raquel (52), Adriana (50), Oscar (52), Mauro (14), Gabriel (14), Silvia (41), Milton (49)

Pocitos, Sayago, La Unión

“Era el cumpleaños de Gabriela. Salimos en familia a almorzar y justo escuchamos que era el último día de funcionamiento del Tren Fantasma.

Enseguida se nos vinieron los recuerdos de nuestra niñez en Treinta y Tres, cuando esperábamos ansiosos a que surgiera algún viaje a Montevideo para poder conocer el famoso juego del que nos contaba algún amigo que había tenido oportunidad de venir.

Quisimos traer a nuestros hijos para compartir ese momento con ellos.” 

 

Gabriela (36), Jorge (31), Facundo (8), Bruno (5)

Aguada

“Ese domingo nos levantamos y decidimos que luego del almuerzo teníamos que pasar sí o sí por el Parque Rodó a dar nuestra última vuelta para nosotros y la primer vuelta de nuestros hijos.

 

Al principio nos parecía que los niños no iban a querer subir ya que ellos en su inocencia vaya uno a saber que se imaginaban. Pero la curiosidad pudo mas y subimos los cuatro. Rosario me dijo: "Mamá, yo subí y vi la primer momia y cerré los ojos y no me animé a abrirlos más". Joaquín -que viajaba conmigo- se asustó bastante, pero estuvo todo el viaje con los ojos abiertos y obviamente cuando algunos de los "peligros” lo sorprendían, gritaba.

 

En definitiva, va a ser raro de ahora en más no ver el Tren en el paisaje del parque, pero en lo personal creo que va a estar bárbaro uno nuevo que sorprenda más, inclusive a las generaciones que hemos pasado por el viejo.”

María José (35), Wilson (35), Joaquín (5), Rosario (6)

“Para nuestro sobrino Gaspar fue la primera vez. Hace 2 años me pidió que lo llevara ya que nunca había ido. Cuando me enteré que sacaban el Tren lo llamé enseguida, aceptó gustoso y coordinamos un día que pudiéramos ir los tres. 

Iba muy expectante de cómo sería, y se asustó un poco sobre todo con la parte de las luces del auto, y le tocó la cabeza el trapo o hilo que cuelga y del que todos nos acordamos siempre. La verdad es que a nosotros como adultos nos encantó volver. Personalmente me gusta visitar los trenes fantasma de todo parque o lugar en que los haya. Recordar las distintas etapas en las que fui estuvo bueno: de niños, de adolecentes, como papás y ahora como tíos. Si bien es una pena que lo saquen también estaría bueno modernizarnos. Esperemos el cambio sea para bien, y sin duda que en los recuerdos de todos los montevideanos quedará siempre.”

 

Ines (46), Gaspar (10), Carlos (44)

El Pinar

 

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